Denuncian bombardeos acústicos en aguas argentinas

El impacto de la exploración sísmica del buque Amazon Warrior en aguas argentinas afecta ecosistemas con alto valor de conservación del Mar Argentino, así como a los mamíferos que allí habitan produciendo cambios en su comportamiento, estrés, reducción del crecimiento, discapacidad auditiva, lesiones masivas y hasta la muerte por ahogamiento o varamientos.

La organización ambientalista Greenpeace denunció maniobras del buque noruego que provocan actividad sísmica y que se extendieron durante toda la cuarentena.

La práctica de exploración sísmica se trata de disparos con cañones de aire submarinos que emiten ruidos increíblemente potentes. Las ondas sonoras viajan al fondo del océano, se reflejan y son captadas por sensores remolcados detrás de los buques de exploración. Los datos recolectados se utilizan para crear mapas detallados del fondo submarino, que las compañías petroleras utilizan para determinar las ubicaciones para la posterior perforación y extracción petrolera.

Estos sonidos afectan, especialmente a mamíferos marinos como ballenas y delfines, que habitan el Mar Argentino. Los sonidos pueden producir cambios en su comportamiento, estrés, reducción del crecimiento, discapacidad auditiva, lesiones masivas y hasta la muerte por ahogamiento o varamientos.

La ONG afirma que el ruido provocado por un solo disparo de cañones de aire utilizado en su actividad exploratoria de petróleo puede cubrir un área de más de 300.000 km2 -equivalente a la superficie completa de la provincia de Buenos Aires- y tiene la potencia de 8 veces el despegue de un avión. Son ruidos dos o tres veces superiores a la intensidad necesaria para romper el tímpano humano.

Las consecuencias ambientales por estas ruidosas ondas sonoras son devastadoras para el Mar Argentino. Luisina Vueso, coordinadora de la campaña por la protección del Mar Argentino en Greenpeace señaló que “los bloques otorgados y las zonas exploradas se solapan con áreas identificadas de alto valor de conservación por su riqueza ecológica y biológica. Las especies que viven allí están sufriendo un bombardeo acústico sin precedentes a costa de encontrar zonas donde extraer hidrocarburos, práctica que traerá consecuencias peores aún”.

Por otro lado, Vueso informó que “existen planes por parte de la industria petrolera de retomar actividades aún con más ímpetu a partir de septiembre, incorporando dos buques más para explorar con mayor extensión el Mar Argentino, pudiendo incluso continuar con esta actividad en zonas cercanas a la costa de la provincia de Buenos Aires, donde no hay siquiera actividad petrolera activa. Todo esto mientras se vulnera a la biodiversidad autóctona, expuesta a las constantes explosiones de cañones de aire submarinos”.

Además, la organización ambientalista resaltó que esta actividad se está realizando porque en abril de 2019, el Gobierno Argentino licitó varios bloques de potencial explotación petrolera offshore. En el caso de la cuenca Malvinas Oeste, las empresas adjudicatarias de dicha licitación, las cuales hoy son las operadoras de los bloques son Exxonmobil Argentina Offshore Investments Bv, Qatar Petroleum International Limited, Tullow Oil Plc, Pluspetrol S.A Y Wintershall Energía S.A.

Las consecuencias ambientales según Greenpeace no solo yacen en el impacto de las ondas sonoras, “abrir nuevas fronteras petroleras expondría al Mar Argentino y sus costas a una posible amenaza de derrame petrolero. Además, bajo el contexto actual en el que atravesamos la emergencia climática la prioridad del gobierno en términos energéticos debe ser el abandono de los combustibles fósiles y hacer una transición hacia las energías limpias ”, señaló Vueso.